La enseñanza de Camille Levecque se apoya sobre la escucha de las necesidades de cada alumno. Ya sean niños o adultos, cada ser es diferente a la hora de adoptar un ritmo de aprendizaje, y cada uno reacciona de forma muy distinta al contacto de la música y del arpa.  Por esta razón, Camille Levecque utiliza varios métodos en su enseñanza, adaptando sus clases a cada edad, nivel, y disposición.

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El repertorio es flexible. El alumno puede eligir las obras del curso dentro de una selección de piezas. De este modo, se mantienen vivas las motivaciones, a la vez que se sigue progresando. El alumno está acompañado en sus deseos musicales y  recibe la ayuda necesaria para poder sobrepasar con confianza todos los tipos de dificultades que pueden surgir en el camino: dificultades técnicas, musicales, concentración, miedo al escenario, y un largo etc.

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En su pedagogía, Camille Levecque considera que el profesor es una guía: Abre caminos desconocidos, sensibiliza, despierta la curiosidad del alumno, y propone nuevas experiencias musicales. Esas experiencias pueden ser un nuevo estilo musical descubierto en clase, un nuevo aspecto técnico, un proyecto colectivo, una experiencia en orquesta, un concierto. Siempre respetando el ritmo y los deseos del alumno, con el fin de darle una consciencia, una autonomía, una responsabilidad, una confianza, y un espíritu crítico abierto e inteligente.